El día 27 de diciembre de 2008 el grupo Solidaridad con Nicaragua y El Salvador de la Plataforma por la Solidaridad de Lebrija organizó un encuentro con Claro Jesús. Para las personas que no lo conocen contamos brevemente quién es. Es un sacerdote que actualmente está realizando su labor sacerdotal en Nicaragua en la ciudad de Bluefields, concretamente en el Seminario, y que por su vocación de maestro (durante muchos años trabajó como maestro en Lebrija) está muy comprometido en aquella zona de Nicaragua en el desarrollo de proyectos de educación entre otros, en los que nuestra Plataforma colabora compartiendo cada año. También durante unos años en Lebrija se dedicó a la política siendo concejal en el ayuntamiento , experiencia que le está sirviendo allá para la gestión y organización tan necesarias en la buena marcha de los proyectos.Tuvimos la ocasión, como cada vez que viene, de charlar con él y saber un poco más de la realidad político- social de Nicaragua y en concreto de la zona en la que él trabaja, conocer la labor que él y otras personas están realizando allí en diferentes aspectos y especialmente en el terreno educativo, y cuál es nuestra participación en esos proyectos.
Esta vez nos habló en concreto de la difícil situación económica por la que están pasando estos países empobrecidos. La crisis para las grandes mayorías de las familias de Nicaragua se nota en que ya no pueden hacer las 3 comidas que hacían al día (los alimentos básicos arroz, frijoles, tortilla de maíz), ahora sólo pueden hacerlo 1 vez o 1 y media según los casos. La subida de los precios de los productos básicos no se corresponde con la subida de salarios. Hay una gran desproporción. Para ellos es una situación crítica que ya vienen sufriendo y que se agrava ahora con lo que está ocurriendo a nivel mundial, y que a ellos les supone carecer de las necesidades básicas.
En cuanto a los proyectos educativos Claro nos comenta con mucha alegría que se van consolidando: la construcción de escuelas, las becas para estudiantes, los sueldos a maestros. Él va percibiendo el cambio que ha experimentado la región en la que trabaja y también lo mucho que queda por hacer, pero que será posible continuar con la colaboración de todos, tanto de los que están trabajando allí directamente como de los que lo hacemos desde aquí. Sin el esfuerzo de unos y otros la buena marcha de los proyectos no sería posible.
